El Siglo Muerto

Según la leyenda cuenta que hubo un momento en la creación, donde después de la extinción de una era completa, hubo un siglo donde se detuvo el paso evolutivo se detuvo, durante esas lunas las especies podían transformarse a diestra y siniestra para encontrar su verdadera luz. 

Podían tomar la forma física de los seres hasta ese momento creados, respetando los elementos de agua, tierra, aire y fuego, con la misma fuerza de lo masculino y femenino. Algunos de ellos mejoran la especie para poder cumplir con la supervivencia.

Hubo dos entes que estaban tomando fuerza en el mundo, Abasi y Abayomi, se medían una a otra pero no sin atacarse de manera frontal, la reacción química entre ellos todavía no se definía, simplemente se atraían y al momento de estar cerca se rechazaban.

Estaban descubriendo la sensación de amor-odio, de positivo-negativo, Abayomi estaba tomando más luz a su alrededor, mientras Abasi estaba en la obscuridad, sin embargo estas criaturas no dejaban de buscarse.

Las otras fuerzas al sentirse identificados en alguno de ellos, empezaron a unirse y con esto empezó el conflicto entre ambos bandos.

Pasaron los siglos hasta que el reloj evolutivo inició de nueva cuenta su marcha. Abasi y Abayomi cumplieron con su ciclo de vida, en una batalla que jamás paró, pero se encontraban en cada resurrección, en cada era, y el conflicto entre ellos era de acuerdo al nuevo cuerpo que les tocaba vivir. Pasaron desde ser faraones y emperadores, hasta reyes y zares. Pero también fueron Pablo y Silvia, que nunca entendieron del por qué decidieron cansarse si se odiaban tanto.