¿Te vas a quedar? (El Chaneque de Tlacotalpan)

Ya estaba muy cansado, el camión, el calor, la gente tan cerca de mí, además no tenía ni puta idea de la ciudad capital, solo sabía que aquí había jale, el "moreno" sabrá donde colocarme, yo no tengo más muchos conocimientos de la magia, según mi abuela nosotros, todos en la familia tenemos dones, tenemos poderes, la duda está, que coños hacemos en la terraceria entonces.

- Te vas a quedar en este cuarto, allá al fondo tu catre y te desocupe dos cajones, no creo que ocupes más, descansa y mañana te cuento todo sobre el 'bizne'
- Ah pues, mañana entonces
- Mañana te presento con el 'compaito', cagadisimo el don, pero pues tiene buen rollo.

Me dormí como si me hubieran pegado en la chirimoya, no sentí nada, si hubo disparos no escuché, mucho menos gritos y si tembló, pus tampoco.

- Ya párate que se nos hace tarde y el camino hasta la estación esta cansado, vivirás el desastre del metro, aquí veras lo que es amar a Dios en tierra de indios.
- No friegues tan rico sueño que tenía.
- Bañate, te pones esto, todo debe ser blanco, por si un día ya tienes dinero para comprar tus propias garras, y nada de quejas que no te traje de vacaciones.

Y así fue, llegamos a un edificio feo y viejo, que según la radio, el dichoso 'compaito' tenía audífonos en sus orejas, y  el micrófono estaba enfrente, por lo que entendí que era un programa y el era o es, no sé, el conductor.

Luego luego salió la doña, la dichosa 'mamaita', esos apodos me molestaban un poco, por mucho que seamos de provincia no hablamos así, o por lo menos  en mi casa no.

El Moreno y la 'mamaita' se pusieron a hablar como si nadie los escuchara.

- 'mamaita' ya se lo traje, ya ve, el muchacho tiene porte, mirele las cejas, eso va a cautivar a las rucas.
- sí mijito es lo que veo, mira ya enlistense porque ya se va a terminar el programa y debemos empezar con las visitas, ya están los chamacos por allá para que se agreguen, y vele diciendo al muchacho como le debe de hacer.

El Moreno nada más me dijo, "tu sigue el rollo, si se hincan, tu hincado, si se alza las manos, las alzas pues, ya verás lo fácil que es, cuando te den la señal, es porque ya la pusieron en trance a la ruca". El chiste de la chamba era que tenía que aprovechar ese tiempo para ver si había cosas de valor, checar los cuartos, accesos, las entradas y salidas y cosas por el estilo.

La chamba de eso se trataba, doñas la mayoría que decían tener algo o alguien que les obstaculizaba la abundancia y dicha, íbamos con el 'compaito', para que con sus poderes rompiera cualquier hechizo, después salía la cosa q le robaban la casa o le secuestraban a un pariente, ya saben, pero no tenía que ser luego luego, se dejaba un espacio sino como iban a confiar de nuevo el él. Te digo que tontos no eran, y pus que magia ni que bruja negra ni nada, puras patrañas. La mejor escena, cuando la 'mamaita' se ponía a llorar, no pues hasta temblaba la ruca, que porque sentía ya al espíritu Santo.

Pero ese día no contaba con la chava, me hicieron la señal, me puse a recorrer la casa, subí las escaleras sin hacer ruido, esa puerta cerrada, la única, pus me puse en dirección luego luego, como si me llamara, la abrí y ahí estaba la chamaca, encuerada, que senos tenía y que cintura, la verdad guapa si está.

Cuando empezó a gritar 'ratero', 'violador', 'ayuda', me quedé un segundo congelado, me fui sobre de ella, le tape con la mano la boca, la inmovilice como pude pero escuchaba los gritos de abajo, de la señora, no sé si la amarrarían o le impedían subir, pero eran gritos muy fuertes, eso me ponía más nervioso y con más fuerza apretaba su cara, hasta que la maté.

Llegó la policía, creo que los vecinos fueron los que llamaron, pero yo ahí me quedé, ya no salí de la recamara hasta que llegaron y pus aquí estoy.

- Entonces, ¿aquí te vas a quedar?