5 de febrero de 2024

Ajolote

No sé si presentarme, pero pues así es la costumbre a pesar de que ya nadie tiene la costumbre de saludar, mi nombre es Fernando Casablancas, y si este desahogo va desde mi opinión sobre la transgresión, la polarización, la mediocridad, la ignorancia, el abuso y exceso de violencia, el uso desmedido de opioides y otras drogas; en resumen el brinco del siglo XX al XXI y como para un viejo como yo, se ha convertido en todo menos descanso para jubilados. Y no quiero sonar como el clásico viejo amargado pensando en que el pasado fue lo mejor que vivimos, porque para el caso empezaria mejor hablando de la historia de Mesopotamia o Macedonia, que para mí gusto fue la mejor época de la historia como humanidad, sin responsabilizar a la era Cristiana de nuestros retrasos. 
Poco a poco ví como nos alejabamos con los avances de telecomunicaciones, el internet, el celular, un e-mail, luego todo se sale de control con laa redes sociales, y una inteligencia artificial, que todo esto hacer una vida más fácil. Yo dejé de buscar amigos en el café, deje de ir al bar a platicar mis penas sentimentales, todo es ya videos de segundos, fraces cursis en imagen, ah porque también nos da flojera y nos complica la existencia leer más de dos cuartillas. 
Y aunque se hay una apertura social a la diversidad, ya no hay tanta libertad para opinar lo que te venga en gana, ya todos son reporteros cintestatarios y de análisis que por decir "hola florecita" te mandan a la policía. Todo ofende y todo lástima, pero, ¿No se trataba de tener más seguridad y confianza en uno mismo?; y nunca se me dio la psicología, pero creo que analizar la psique de cada ser humano es una tarea de jamás terminar, si creo que todos somos un universo, en nuestra cabeza está el poder más grande, pero ese poder se lo cedimos a personajes de moda, políticos, la mercadotecnia, a las grandes marcas y emporios, en fin a todo los que aprovecharon ese vacío en nuestro interior. 
Creo que faltó más poesía, más disciplina y un ratito espacio para el amor, ni modo, si me dolió pero ya pasó, estamos en el siglo XXI cuestionando todo pero sin hacer nada para corregir o mejorar, desde la cama crítico y me quejo con la bandera de "vieno cansado", así me justifico y puedo seguír en la crítica social sin sentirme responsable, de lo que a lo mejor alimenté y apoye para crear este monstruo. A mis 68 años sólo me queda recordar lo poco que pueda, como mis medicamentos, dejar que mi rutina siga conspirando en mi contra, y hacerme más dependiente de terceros para lo que antes era insignificante como preparar un café ahora es la proeza a aplaudirle.  
Aunque me di cuenta durante esta última década que no soy un ajolote, ya es demasiado tarde para tener la esperanza de regenar mi cuerpo, todo lo que se fumó, bebió y puede que se inhaló, paso la factura, y la debo de pagar, pero me da coraje con los jóvenes que se creen mejor que uno. ¡Nosotros les abrimos el camino para que ellos se pudieran pintar, poner y quitar lo que les salga del coño¡ Un poco de reconocimiento carajo es mucho pedir. Mi computadora se ha convertido en mi única compañera y confidente, me da pena ver el historial de búsqueda con tantas cosas tan inverosímiles que ya busco, hasta como se escribe con C o con S, con B o con V, cuando la ortografía era mi carta de presentación. 
Ya no tengo ganas de exigirme ni exigirle al planeta dar más de lo que a lo mejor ya no hay.

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