De repente me sentía vigilado, con el tiempo me daba cuenta que ya no estaba de moda, cada vez que veía la publicaciones de los demás me sentía más alejado de ellos.
¿Por qué se hizo tan importante el dar un like? ¿A qué se debe que nos sentimos culpables por no contestar?
Mi idea es que mi celular es para mis emergencias, no la de los demás; y no se puede dar por hecho todo lo que se publica o envía. Lo que me queda más que claro es "al momento de subirlo a Internet ya es dominio público"… y ante eso no se puede hacer mucho.
Decidí darme de baja en todas las redes sociales, con mucho valor borre todas las aplicaciones de mi móvil, y sentí que regresaba a ser yo, me puse a escribir y a leer, costumbres que ya había abandonado, pero una semana y regresé al vicio.
Ahora que regresé a la bella manía de publicar los momentos de mi vida personal, ya me hago a la idea que las cosas que eran para hacernos sentir cercanos nos aleja momento a momento, que la realidad no está en 140 caracteres, y que la dicha no se puede medir en el número de likes.
Mis verdaderos seres queridos y allegados tenemos más tiempo de conocernos que lo que marca Facebook, y la gente que realmente me quiere me busca hasta mi casa y no en un grupo de WhatsApp.
Si prefiero la llamada o recibir cartas, me encantaría que dejemos la pose y los filtros para SER NOSOTROS MISMOS.
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